Cuando las bananas maduran, liberan gas etileno que ablanda la fruta y torna su piel de color marrón. Ayuda a mantenerlas frescas durante más tiempo envolviendo la raíz con papel de aluminio o plástico. Esto evitará que el gas se escape y mantendrá tus bananas firmes y amarillas.

Las cebollas se mantendrán frescas por más tiempo almacenándolas por separado. Además, la humedad es su enemigo natural, por lo que mantenerlas en un lugar fresco y oscuro es la mejor opción cuando se trata de obtener un mejor sabor. Colócalas en medias y cuélgalas dentro de tu despensa para un mejor almacenamiento.

El ajo se mantendrá sabroso y fresco si lo conservas en un lugar oscuro y seco. Intenta colocar los bulbos o algunos dientes dentro de una bolsa de papel en la despensa o en un armario. Si el bulbo está intacto, puede durar hasta 2 meses. Si se separan, los dientes pueden almacenarse entre 3 y 10 días.

Las hierbas pueden perder su potencia y sabor si no se almacenan adecuadamente. Por eso, mantén el perejil, el cilantro y la albahaca en excelentes condiciones almacenándolas en agua a temperatura ambiente como lo harías con las flores. Permanecerán agradables y frescas durante unos 5 días.

Las papas son otro producto que odia estar bajo la luz del sol o la humedad. Colócalas en una bolsa de papel o malla y mantenlas en una despensa fresca y oscura donde la temperatura sea de alrededor de 44 y 51 grados Fahrenheit. Almacenadas de esta manera, tendrás papas alrededor de 1 a 2 semanas.

Si compraste aguacates que todavía están duros, puedes acelerar el proceso de maduración colocándolos en una bolsa de papel. Pero, si deseas mantenerlos más duros por más tiempo, puedes almacenarlos en el refrigerador.

“Cuanto más maduros sean los tomates, más concentrados estarán sus sabores. Por eso, cuando entran en contacto con el congelador y permanecen bajo esa temperatura, pierden su sabor. Lo mejor que puedes hacer es mantenerlos a una temperatura superior a 50ºF. Su tiempo de almacenamiento puede variar de 3 semanas a 2 meses, dependiendo de qué tan maduros estén cuando se compran,” dice Brightside.

Los hongos se pueden mantener súper frescos almacenándolos en una bolsa de papel con una ramita de perejil. Esto ocurre porque el perejil actúa como un antioxidante y evita que aparezcan manchas en los hongos. Luego, mete la bolsa en la nevera.

Justo cuando llegues a casa con las fresas, lávalas con un poco de vinagre blanco y agua antes de guardarlas en el refrigerador. Hacer esto no afectará su sabor y hará que duren entre 5 a 6 días.

Ya sea lechuga, espinaca o coles, lávalas con agua fría antes de secarlas. Luego, envuélvelas en una toalla de papel y almacena las verduras en una bolsa de plástico o un recipiente. ¡Podrás comer esas verduras de hojas verdes durante dos semanas!

El hecho de que solo necesites medio limón no significa que tengas que tirar a la basura la otra mitad. En su lugar, envuélvela con papel de aluminio o agrega un poco de sal en la pulpa antes de guardarla en el refrigerador. Solo tienes que enjuagar la sal antes de volver a usarla. Esta mitad debería durar otros 3 días sin perder su sabor.

Los aguacates pueden oxidarse rápidamente y terminar tornándose pardos y poco apetitosos. Por eso, mantén la carne verde agregando un poco de jugo de limón sobre ella o aplicándole un poco de aceite. Luego, colócala en el refrigerador para mantenerla fresca por otros 2 días.

Después de pelar las papas, estas pueden adquirir un color gris desagradable. Para evitar esto, colócalas en un recipiente con agua, agrega un par de gotas de vinagre blanco y guárdalas en el refrigerador. Sorprendentemente, permanecerán agradables y crujientes hasta por 4 días sin cambiar su sabor.

Si tus bananas ya han madurado demasiado, no significa que no puedas comerlas. Simplemente rebana la fruta, mete los trozos en una bolsa de plástico, guárdala en el congelador y haz un batido. ¡Pueden durar casi 3 meses!

“Esta es una excelente forma de usar tu congelador para conservar las hierbas. Pica finamente todas las hierbas o plantas que quieras usar y rellena las bandejas de cubitos de hielo con ellas. Agrégale mantequilla derretida (deja que se enfríe antes de congelarla) o aceite de oliva extra virgen,” dice Brightside.

Mantén todas tus verduras crujientes y frescas solo un poco más de tiempo cubriendo tus cajones para verduras con toallas de papel. Absorben cualquier humedad y previenen la pudrición prematura.

¿Has notado que tus tomates se están volviendo demasiado blandos y pastosos? Apresúrate y sálvalos asándolos en trozos o rodajas. Solo colócalos en un recipiente con aceite de oliva y podrás guardarlos en tu refrigerador durante aproximadamente una semana.

“Para mantener frescos al apio, las zanahorias y los rábanos, córtalos y almacénalos en la nevera dentro de un recipiente con agua. ¡De esta manera se mantendrán frescos por un tiempo sorprendentemente largo!” dice One Good Thing by Jillee.

Mantén tus calabazines frescos durante más tiempo frotando la piel con una fina capa de aceite vegetal. ¡Guárdalos en la nevera y podrás conservarlo durante meses!

Las manzanas, como las bananas, emiten gas etileno que puede causar que otras frutas se descompongan más rápido. Por lo tanto, para evitar que tus otras frutas maduren demasiado rápido, mantenlas en un área de almacenamiento separada.

Guarda el cebollín en un frasco de agua sobre la mesa a temperatura ambiente. ¡La parte superior continuará creciendo y podrás cortar un poco cada vez que lo necesites!

Si no planeas usar tus espárragos de inmediato, guárdalos en el refrigerador con el extremo inferior sumergido en agua. Solo coloca el racimo en posición vertical dentro de un vaso con agua.

Al comprar pescado, siempre es mejor comerlo de inmediato. Pero, si necesitas guardarlo durante la noche, mételo en una bolsa sobre un recipiente con hielo en la nevera. Si necesitas almacenarlo por más tiempo, congelarlo sería lo ideal.

Siempre es mejor almacenar los huevos en sus envases o cartones originales. Pero, si no estás seguro de si un huevo está fresco o no, ¡aquí tienes una manera sencilla de comprobarlo! Colócalo dentro de una taza con agua. Los huevos frescos se hundirán, mientras que los viejos flotarán.

“La carne y las aves de corral se deben mantener en su empaque original si planeas comerla en los próximos días. Si no, envuélvelas en papel de aluminio o colócalas en una bolsa con cierre hermético antes de guardarlas en el congelador. Las carnes ahumadas como el tocino y el jamón pueden envolverse en un paño humedecido con vinagre antes de enrollar todo en papel encerado y dejarlo congelar”, dice One Good Thing by Jillee.

Tal vez no pienses que la harina se pone mala, pero lo hace. Por eso, si quieres asegurarte de que mantiene una frescura óptima, congela tu harina durante 48 horas después de comprarla. Luego, transfiérela a un recipiente herméticamente cerrado y guárdala en un lugar oscuro y fresco.

Compra siempre café de grano entero. De esa forma, podrás molerlo cuando lo necesites y así tendrá un mejor sabor. Solo guarda los frijoles en un recipiente hermético y opaco para que se mantengan frescos. Pruébalo y úsalo dentro de 3-4 días. Si tienes más, congélalo.

Evita que los gorgojos invadan tu harina, harina de maíz o arroz almacenando una hoja de laurel dentro del recipiente. El olor de la hoja de laurel los mantendrá alejados.

“Conservar el pan dentro de la nevera puede hacer que se dañe más rápido debido al ambiente húmedo. El pan se conserva mucho mejor estando sobre la encimera en una bolsa o recipiente herméticamente cerrado”, dice One Good Thing by Jillee.

Invierte en algunos recipientes de almacenamiento de alimentos transparentes para tus productos secos. Cosas como cereales, pastas y pretzels se mantendrán frescos por mucho más tiempo. ¡Los frascos de vidrio también funcionan muy bien!

Si vives en un área húmeda, probablemente estés acostumbrado a ver cómo la sal se vuelve grumosa en tu pimentero. Evita esto agregándole una pizca de arroz seco. ¡El arroz absorberá cualquier exceso de humedad, lo que significa que no habrá más grumos!

El azúcar morena puede pasar de fresca a dura como una roca en poco tiempo. Evita que esto suceda almacenándola dentro de tu congelador. Si ya está firme como una roca, entonces agrega un pedazo de pan o malvavisco para ayudar a suavizarla.

La miel nunca expira, pero puede volverse opaca o cristalizada. Para hacer que luzca “fresca” y viscosa de nuevo, métela en el microondas y caliéntala a fuego medio por 30 segundos hasta obtener la consistencia deseada.

Antes de colocar el queso en el refrigerador, asegúrate de envolverlo muy bien con papel encerado. Asimismo, después de cortarlo, puedes frotar un poco de mantequilla en la parte cortada para evitar que se endurezca. ¡Para un tiempo de almacenamiento extra largo, incluso puedes dejarlo congelar! Si está rallado, asegúrate de agregarle un poco de almidón de maíz para que no se compacte.

“Mantén la leche en la parte principal del refrigerador en lugar de la puerta. Los elementos almacenados en ella están sujetos a fluctuaciones de temperatura cada vez que es abierta. ¡La leche se mantendrá fresca por más tiempo si se mantiene bien fría!” dice One Good Thing by Jillee.

¡Mantén tu crema agria y requesón frescos por más tiempo, guardándolos al revés! Cuando haces esto, creas un vacío que reduce la posibilidad de que crezcan moho o bacterias en su interior.

Asegúrate siempre de guardar tu mantequilla en su embalaje original. Como ellas se congelan bien, cómpralas cuando estén a la venta y guárdalas en el congelador. ¡Durarán hasta 6 meses!

La congelación de las bayas es una excelente forma de almacenarlas y mantener su frescura. Sin embargo, primero, colócalas en una sola capa en una bandeja para galletas y congélalas. Luego, mételas en una bolsa Ziplock y vuelve a colocarlas en el congelador para un almacenamiento prolongado. ¡Ahora tus bayas no se compactarán!

“Para evitar que las frutas cortadas como las manzanas, peras y aguacates se oscurezcan, aplica jugo de limón sobre la superficie cortada. Luego, coloca una envoltura adhesiva directamente contra la superficie. Esto creará un sello que mantendrá el aire afuera y evitará la oxigenación”, según Diabetes Council.

Si no planeas comer carne molida dentro de las próximas 24 horas, asegúrate de meterla en el congelador para mantener su frescura. ¡Simplemente descongélala cuando estés listo para comer!

El mismo concepto se aplica para las sobras. Si no planeas comerlas dentro de uno o dos días, congélalas en recipientes herméticos individuales y sácalas cuando desees hacer una cena rápida.
“Sobras”

Mete los panes de pan italiano en una bolsa de plástico en lugar de un material de papel. Asimismo, si no lo vas a comer de inmediato, córtalos y colócalos en un Ziplock antes de congelarlo para más tarde.

¡Mantén tu nevera limpia! Sé que no es divertido, pero es necesario si quieres que la comida dure más tiempo. Los residuos sobrantes o las esporas de moho pueden aumentar el deterioro de todos los alimentos que se encuentran en el refrigerador”, dice Clark.com.

Asegúrate de guardar tus frutas y verduras lejos de la estufa de gas. Pues se ha demostrado que el calor acelera el proceso de maduración, al igual que el gas etileno.

Para asegurar la máxima frescura con tus frutas, asegúrate de esperar el mayor tiempo posible antes de rebanarlas o cortarlas. Pues una vez que los has hecho, comienzan a degradarse bastante rápido.

“Las cebollas verdes/cebollines secos pueden cortarse y almacenarse en una botella plástica con agua y conservarse en el congelador. Cuando necesites utilizarlas, simplemente sácalas y espolvoréalas sobre tu plato”, dice Clark.com.

Anteriormente te dijimos que almacenaras tus manzanas por separado de otras frutas y verduras. Bueno, hay una excepción a eso. Se trata de las papas. Almacenar papas y manzanas juntas realmente evita que las papas germinen.

Haz tu mejor esfuerzo para no sobrecargar demasiado tu refrigerador. Si lo haces, puedes causar una mala circulación de aire y hacer que tus frutas, verduras y otros productos perecederos se dañen más rápido.

Cuando una manzana se echa a perder, es solo cuestión de tiempo para que cualquier otra manzana a su alrededor se dañe también. Por eso, una vez que notes que una manzana ha comenzado a descomponerse, asegúrate de tirarla al compostador para que no afecte a las otras.

Si quieres que tus hierbas duren más tiempo, ¡sécalas! Ata los tallos con una cuerda y cuélgalas boca abajo en la cocina cerca de la ventana.